El tiempo debió detenerse en algún momento de mi infancia y yo seguí creciendo, pero...
Dentro de mí había algo que me decia que seguiria siendo una niña... Y así ha sido, transcurridos los años me he dado cuenta que mi interés por las muñecas ha ido aumentando. Yo soy de las que se paran delante de un escaparate para ver a esas preciosas muñecas de diferentes colores, medidas y texturas. Ya pueden ser de plastico, de ropa, hasta incluso las de papel, sí, sí, las de carton de toda la vida con sus trajes que hay que recortar... Pues hasta ese modelo lo tengo.
Pero cuál fue mi sorpresa, un día descubriendo nuevos blogs dí con esta maravilla...
Ha sido mi perdición, muñecas que parecen reales, con una expresión de ojos increible...
Lo malo... que vienen de Japón y la espera es interminable...
Enfín, espero que muy pronto tendré una en casa...
Un capricho de vez en cuando, no hace mal a nadie!!!
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